En el pasado, cuando iba al teatro de Epidauro, por alguna misteriosa razón, solía pensar muchísimo en mi vida, qué quería hacer, me siento feliz cuando hago qué(?) o cuando me codeo con quién(?), si tomaría las decisiones correctas finalmente, etcétera.
Este año, y solamente este, y tras dos años de ausencia, mientras visité el Teatro, pensé muy lamentablemente que algo no ha funcionado, digamos, bien, que algo se ha desorbitado y ha recorrido sin rumbo la vida. mi vida.
Bueno, dicho teatro siempre me provocaba sentimientos y pensamientos extraños, algunas veces contradictorios, o al menos difíciles de explicar; a lo mejor porque siempre me asombraba estar allí.
Buenas noches a todos.
ξι.
